Tu piel no está ‘limpia’ solo porque no la ves sucia

Hola 👋

A veces llegamos tan cansados al final del día que lo único que queremos es: cama, oscuridad y silencio.

Y justo ahí, con las cobijas hasta el cuello, es cuando te das cuenta…

“Uy, no me lavé la cara… pero bueno, si hoy ni me maquillé, seguro no pasa nada.”

Spoiler: sí pasa.

Aunque no te maquilles, aunque no veas “suciedad”, tu piel sí acumula cosas.

Sudor, grasa, contaminación, protector solar, partículas del aire… y si no limpias eso, tu piel lo guarda.

¿Y sabes qué es lo peor?

Que esa acumulación diaria y silenciosa es la que con el tiempo hace que la piel pierda luminosidad, se vea opaca, se tapen los poros,

…. y sí, aparezcan arrugas antes de tiempo.

No es magia negra. Es biología.

Tu piel respira. Y si la mantienes con una capa de suciedad invisible, su capacidad deregenerarse también se va reduciendo.

Literalmente, se asfixia.

Por eso, aunque te suene a “rutina aburrida”, limpiar tu rostro al final del día es uno de los mejores hábitos que puedes tener para mantenerla joven.

Y aquí viene una recomendación que va más allá del “jabón que tengas por ahí”.

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Es como un buen amigo: no hace escándalo, pero siempre está ahí para cuidarte.

Y ya sabes, si no te limpias la cara, tu piel lo nota (aunque tú no lo veas).

Mañana quiero hablarte de una costumbre que arrastramos desde siempre, pero que podría estar afectando la salud de tu piel mucho más de lo que pensabas.

Cuida tu piel.

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