La reina que no sudaba... y el caos que eso causó

Hola 👋

Dicen que en la Francia del siglo XVIII, algunas reinas y damas de la alta sociedad evitaban sudar a toda costa.

Literalmente.

Sudor = vulgar.
Sudor = servidumbre.
Sudor = inaceptable para alguien “de su clase”.

Y sí, lo lograban...

Cubiertas de capas, abanicos, perfumes, y evitando cualquier tipo de esfuerzo físico.

¿El resultado?

Una piel asfixiada.

Llena de brotes, granitos, puntos negros y hasta infecciones.

Porque por más corona que tengas, si no dejas que tu piel respire y no la cuidas bien después de sudar, la piel lo sufre.

Y aunque eso suene a historia vieja, hoy sigue pasando… solo que distinto.

Vamos al gym, salimos a correr, paseamos nuestra mascota, caminamos por allí… y
sudamos.

Pero al llegar a casa, no lavamos el rostro.

O peor, nos aplicamos protector sin limpiar antes.

¿Y qué hace el sudor si no se limpia bien?

Se mezcla con grasa, bacterias, partículas del ambiente… y termina obstruyendo tus poros.

Por eso hoy no te voy a decir que dejes de sudar.
Todo lo contrario.

Sudar es bueno.

El problema es no hacer nada después.

Y si quieres un protector solar que no te juegue en contra después de sudar, te dejo una recomendación sincera…

Afelius Oil Free.

Protege del sol y de la luz visible de las pantallas, pero sin sensación pegajosa.

No obstruye los poros y te deja la piel libre, fresca y sin brillos.

Lo usas, sudas, y tu piel sigue agradecida.

No necesitas ser reina ni vivir en el siglo XVIII para cuidar tu piel.

Solo necesitas el hábito correcto.

Nos leemos el lunes

PD: Porque no solo tienes que cuidarte del sol cuando vas a la playa